martes, 4 de agosto de 2009

La muerte camina bajo la lluvia - Episodio II

Cuando Alberto vió a María atravesar el jardín supo que ésta vez no la volvería ver más. No era otra de sus habituales amenazas.

- Estoy harta de esta vida…un día de éstos se termina todo…- le había dicho María en reiteradas veces. Pero él sabía que ella siempre estaba, al cerrar los ojos o al abrirlos cada maldita mañana, María siempre estaba.


Sus problemas depresivos y su adicción al alcohol habían terminado con cinco años de matrimonio. María no daba más. Luego de tres años de noviazgo, pensó que al estar casados cambiarian las cosas. Pero no fue así.


Como cualquier adicto a las bebidas Alberto necesitaba cada vez dosis mayores. Al mismo tiempo comenzaba a pensar que era capaz de resistir cada vez mejor el alcohol. No podía dejar de tomar, imposible, pensaba que era como dejar a un compañero que siempre está cuando más lo necesitas, no ni soñar con eso.


Luego de la separación, Alberto comenzó a seguir a María. Una tarde a la salida de su trabajo vió como subía a un auto sedán de color plata que la estaba esperando en la calle. Tomó los datos de la patente y comenzó a investigar de quien era aquél vehículo.

Por poco dinero pudo averiguar quien era el dueño y donde trabajaba.
-Pronto nos veremos cara a cara – pensó Alberto al tiempo que vertía los 40º de graduación alcoholica de una ginebra Llave en un vaso.


- No para de llover y necesito salir a comprar cigarrillos - Pablo Suárez lo miró a Martín con una sonrisa y éste supo que quería que le preste el auto. – Aquí están las llavesok, enseguida vuelvo - respondió Pablo.


miércoles, 29 de julio de 2009

La muerte camina bajo la lluvia - Episodio 1

- Maldita lluvia - comentó Suárez a su compañero Martín Piedrabuena. Éste le sonrió, al mismo tiempo recordó que a Suárez le disgustaban los días de lluvia, se ponía de mal humor, odiaba tener que usar accesorios como botas, paraguas o pilotos.

Pablo Suárez y Martín López eran los conductores del programa nocturno de la radio más importante de la ciudad. Eran dos personalidades distintas pero que al aire se complementaban bien, llevando el programa de acuerdo a los objetivos previstos. La audiencia era importante así lo demostraban los pedidos de temas musicales a través del teléfono.

Cuando Alberto M. dejó la vieja Colt M 1911A1 sobre la mesa de luz supo que esa noche la iba a volver a usar, pero esta vez no era para probar puntería con los tarros que le prepara su tío Anselmo sino para matar a una persona.
- La pistola tiene dos seguros, uno en la empuñadura que impide accionar el disparador y otro en el armazón, al alcance del pulgar, que al subirse impide el retroceso de la corredera y la caída del martillo percutor, entendiste? - Le había dicho su tío antes de regalársela.
- Maldito infeliz - pensó Alberto y se refería a Pablo Suárez. Su esposa había decidido terminar con su matrimonio luego de cinco años y pronto él se enteraría que su nuevo amor era el locutor de radio.

-Atención que salimos al aire- señaló Charly, el operador, al tiempo que se encendía la luz roja en el estudio.
- Vamos a complacer un pedido musical, ya que se comunicaron y nos pidieron la siguiente canción " qué mundo maravilloso" interpretado por Louis Armstrong. Comentó Martín López.